El fútbol mundial vive en constante movimiento, oscilando entre la consagración de nuevos monarcas y la lucha de los gigantes históricos por mantener su estatus. Un claro ejemplo de esto fue la temporada en la que el Manchester City de Pep Guardiola finalmente pudo saldar su deuda histórica. Los “Ciudadanos” se aseguraron la triple corona al levantar por primera vez la Champions League, tras vencer al Inter de Milán por la mínima en una final muy disputada en el estadio Olímpico Atatürk de Estambul. El equipo inglés supo capitalizar una de las pocas fallas defensivas del conjunto italiano, permitiendo que el español Rodrigo estampara el único gol del encuentro con un remate certero promediando el segundo tiempo.
El ranking histórico y la presencia argentina
Sin embargo, más allá de la reciente alegría del equipo de Manchester, el mapa de poder del fútbol internacional sigue teniendo dueños muy claros si repasamos las vitrinas. En la cima indiscutida se mantiene el Real Madrid, que ostenta la impresionante cifra de 30 títulos internacionales, consolidándose como el rey de Europa y del mundo. En el segundo escalón aparece una sorpresa para muchos desprevenidos: el Al-Ahly de Egipto, con 24 conquistas, aunque este año dejó pasar la chance de sumar una más al caer en la final de África. El podio lo completa otro coloso español, el Barcelona, que acumula 20 trofeos en sus arcas.
En este contexto de elite, el fútbol argentino sigue pisando fuerte. Boca Juniors e Independiente se mantienen en el lote de los más ganadores con 18 títulos cada uno, compartiendo esa línea nada menos que con el Milan de Italia. Un escalón más abajo aparece River Plate con 12 consagraciones, seguido por la mística de Estudiantes de La Plata con seis y Vélez Sarsfield con cinco. La lista de orgullo nacional se completa con Racing y San Lorenzo, ambos con tres copas, seguidos por Defensa y Justicia, Arsenal, Lanús y Argentinos Juniors con dos, cerrando con Talleres y Rosario Central que suman una estrella internacional cada uno.
La Juventus y el desafío de blindar a sus joyas
Para que los grandes clubes puedan aspirar a engrosar estas estadísticas, la gestión del talento joven es fundamental, y es aquí donde la Juventus enfrenta ahora una situación crucial. La “Vecchia Signora” se encuentra en plenas negociaciones para extender el vínculo de Kenan Yildiz, aunque las charlas han tomado un nuevo rumbo. No se trata de un escenario negativo, sino de una consecuencia lógica ante la explosión futbolística del jugador: su entorno, encabezado por el representante Jorge Mendes, ha puesto condiciones claras sobre la mesa para firmar el nuevo acuerdo.
La exigencia es doble y ambiciosa. Por un lado, Yildiz pretende garantías de un proyecto deportivo competitivo que pelee por títulos a corto plazo. Por el otro, y quizás el punto más delicado para la directiva de Turín, el jugador aspira a convertirse en el futbolista mejor pago del plantel. Si bien Giorgio Chiellini ha intentado poner paños fríos asegurando que la firma llegará, el tiempo corre. A diferencia de lo que sucedió con Paulo Dybala o Federico Chiesa, aquí no hay riesgo inminente de que quede libre, pero la intención de Mendes es posicionar el salario de su representado en el tope de la escala, apuntando a cifras cercanas a los 6 millones de euros netos, diferenciándose de los contratos astronómicos como el que percibe actualmente Dusan Vlahovic en su último año. La Juventus sabe que tiene entre manos a una estrella en ascenso y deberá hacer un esfuerzo económico si quiere asegurar su futuro.